LG G Flex 2 y Samsung Galaxy Note Edge, las pantallas más peculiares frente a frente
Con la llegada del LG G Flex hace unos minutos, si tenemos que elegir un terminal para compararlo lo tenemos bastante complicado. Y es que la propuesta de la coreana es única en su especie, o casi, ya que sólo tiene como rivales su anterior modelo y el Samsung Galaxy Round que nunca salió de Corea del Sur. Es por ello que entre los últimos lanzamientos, el más cercano con el que lo podemos comparar es con el nuevo Samsung Galaxy Note Edge y su particular pantalla biselada.
El LG G Flex 2 ya es oficial y con el la nueva propuesta de pantalla y móvil flexible de la marca coreana. Las características del terminal son notables ya que estamos hablando de un dispositivo con una diagonal de 5,5 pulgadas, FullHD (una ventaja frente a su predecesor) y que además lleva un tratamiento que la hace un 20% más resistente.
Ahora bien, lo tiene fácil porque no hay rival en este formato tan peculiar desde que salieron al mercado tanto su predecesor, el anterior LG G Flex, como el Samsung Galaxy Round. Lo más cercano que podemos tocar en los últimos tiempos es la pantalla biselada del Samsung Galaxy Note Edge, que pese a que el teléfono es rígido, esta es una pantalla flexible que rodea uno de los lados del dispositivo.
Si bien la propuesta, al menos en lo ergonómico, es muy diferente, ya que el grado de torsión del LG G Flex 2 se ha aumentado acercándose a los 90º – aunque aún le queda bastante, y al Note Edge no deberíamos intentar doblarle – vale, en este momento podríamos hacer la broma del iPhone 6 Plus, pero os la dejamos para los comentarios -. Se podría decir que, además, el LG G Flex 2 cuenta con una carcasa autoreparable, mejorada frente a la del primer modelo, pero no nos podemos olvidar que el Samsung Galaxy Note Edge, como el Note 4, llevan Gorilla Glass 4 para proteger su pantalla.
Pantallas flexibles ambas, pero concepciones de diseño muy diferentes
Ahora bien, la pantalla del Galaxy Note Edge, pese a que no la podemos estrujar, alcanza la calidad QHD para sus 5,6 pulgadas, netamente por encima de lo que ofrece el nuevo terminal de LG, que por otra parte supera al de Samsung, que tiene también un respetable Snapdragon 805, quadcore a 2,7 Ghz, con un Snapdragon 810, el nuevo octacore 64 bits de Qualcomm que no veremos en un dispositivo de Samsung hasta el Galaxy S6. Eso sí, el modelo de Samsung tiene 3GB de RAM y por alguna razón, LG se ha quedado en los 2 GB para su terminal, aunque no hay que olvidar que es LPDDR4, pese a que este chip abre las puertas de hasta 4GB de RAM. En cuanto al almacenamiento, el LG G Flex 2 se ofrece en 16 y 32 GB ampliables mientras que el Galaxy Note Edge sólo cuenta con un modelo de 32 GB, también con ranura microSD.
Pasando ya al equipamiento de la cámara, en el LG encontramos una de 13 MP con autofoco láser, que nos recuerda vivamente a la del LG G3 mientras que en el terminal de Samsung está presenta la de 16 MP. Ambas cuentan con OIS, estabilizador óptico de imagen, por lo que el rendimiento parece ser similar. Del mismo modo, aunque en el caso de LG la frontal es de 2,1 MP y en el de Samsung de 3,2 MP, en la práctica son también muy parejas.
Llegamos ya, finalmente a la batería, con sendos módulos de 3.000 mAh, y a la conectividad LTE, qu een el caso del Galaxy Edge alcanza la Cat 6 mientras que el LG G Flex 2, en teoría dado el procesador que lleva, podría alcanzar la Cat 9.
Dos conceptos rompedores, dos móviles que no pasan desapercibidos
De momento, y hasta que Samsung no mueva ficha con un hipotético Galaxy Round 2, algo que parece poco probable, el LG G Flex 2 y el Galaxy Edge seguirán siendo las dos únicas propuestas con estas pantallas de formato tan peculiar y en la práctica, pese a que podemos mirar y remirar sus especificaciones técnicas, al tener ambos en las manos la sensación debe ser muy diferente, ahora solo hace falta preguntarse ¿estos nuevos formatos de pantalla son, además, útiles? Es algo que nos guardamos hasta que podamos tener el nuevo teléfono de LG en las manos.