El Boletín Oficial del Estado se puede leer hoy que, finalmente, el Ministerio de Fomento ha adaptado la normativa española a la directiva europea y se permite utilizar dispositivos electrónicos en las fases de despegue y aterrizaje en los aviones.
A partir de mañana, dado que hoy ha sido publicado en el BOE, todo pasajero en un avión que despegue o aterrice con una aerolínea española no tendrá que dejar de utilizar su smartphone, tablet u otros dispositivos electrónicos como los lectores electrónicos.
A mediados del pasado mes de noviembre, las autoridades europeas seguían el paso dado por las norteamericanas y se ponía manos a la obra para permitir el uso de dispositivos móviles durante todas las fases de vuelo en un avión. Esto quedó reflejado en la Decisión n.º 2013/028/R de 26 de noviembre de 2013 del Director de EASA, Patrick Ky, que modificaba los criterios y requisitos operacionales relativos al uso de dispositivos electrónicos portátiles a bordo de las aeronaves.
Después de toda esta palabrería técnica, la realidad es que pese a la decisión desde Bruselas, cada país tenía que adaptar su normativa y, al menos en esto, España ha sido de los primeros países europeos en adaptar su normativa.
¿Qué y cómo se podrá usar?
Aunque se podrán usar los dispositivos electrónicos ya sin problemas, habrá que hacerlo siempre en «modo avión», ya que no estará permitido la conexión a internet o para llamadas telefónicas. Sin embargo, las autoridades europeas, con el director de EASA, han afirmado que en un futuro próximo esto también estará permitido.
Eso sí, dispositivos de más tamaño como portátiles, pero más por por el peligro físico que causa el que puedan caerse dentro de la cabina del avión, al igual que se hace con el equipaje de mano, seguirán sin estar permitidos durante las fases de despegue y aterrizaje. No obstante, las autoridades dejan una puerta abierta para que las aerolíneas, bajo su responsabilidad, tomen la decisión de permitir utilizar o no estos otros dispositivos electrónicos.
Sin embargo, por fin no volveremos a tener que dejar un libro en la parte más interesante por usar un e-reader, de escuchar canciones en un reproductor musical o la partida a medias en un tablet cuando nos sentemos en un avión.
Fuente: BOE