Los fabricantes cuando desarrollan un dispositivo o terminal lo someten a infinidad de pruebas tanto técnicas como físicas. Los usuarios cada vez demandan productos de mejor calidad y más resistentes. Al agua, a los golpes, a que incluso pueda se flexible, pero todo eso, como no, compatibilizado con un alto desarrollo tecnológico. Y para dar buena muestra de ello, muchos amantes de la tecnología móvil hacen sus propias pruebas.
Los últimos terminales en pasar por el aro crítico de los más expertos han sido el iPhone 5C y el iPhone 5S. El análisis tiene un doble componente: por un lado técnico, puesto que se trata de realizar una comparación de la grabación a cámara lenta que puede llevar a cabo el 5S frente a cámaras profesionales. Por otro, el iPhone 5C es sometido a una auténtica “paliza” mientras le graban con absoluto descaro.
Concretamente en el video se puede ver una serie de pruebas. La primera es dejar caer el iPhone 5C desde una altura aproximada de algo más de un metro. El impacto deja rota la pantalla frontal y los “examinadores” dan la prueba como no superada. Después introducen el terminal en un recipiente con agua durante un instante, y al sacarlo va todo bien. En este caso dan la prueba como superada.
Grabando lentamente
Tras esos análisis, entra en escena el iPhone 5S (120 fotogramas por segundo). Además lo hace compitiendo contra una serie de cámaras profesiones, tales como la GoPro Hero 3, Red Digital Cinema Epic o Ratedrr Show-Mo cam. La prueba consiste en grabar a cámara lenta un impacto de bala de un subfusil de asalto que se ejecuta sobre el iPhone 5C.
Lógicamente este test de grabación a cámara lenta deja en inferioridad al iPhone 5S, pero el resultado que se puede ver es realmente magnífico y nada tiene que envidar a esas cámaras profesionales. Por su parte, como es evidente, tras el impacto del bala, el iPhone 5C queda inutilizado por completo.