La exitosa comercialización del nuevo Nokia Lumia 920, con listas de espera para su adquisición y rotura de stock en la distribución en algunos países, ha hecho inevitable muchas comparaciones con el que puede ser su mayor rival: el iPhone 5 de Apple. En esta ocasión se enfrentan las dos tecnologías de estabilización de imagen durante la captura de imágenes de en movimiento.
Dejando de lado la funcionalidad de la cámara fotográfica, vamos a establecer una comparación en la tecnología empleada durante el proceso de estabilización de imágenes durante la filmación de un vídeo. El sensor del Lumia 920 y del iPhone 5 es de las mismas características (8 MP) y ambos modelos disponen de unos elementos ópticos de alta calidad (objetivo Carl Zeiss en el caso del Nokia y lentes de superficie compleja en el Apple), por lo que hay que ir un poco más allá para establecer diferencias que estén por encima de la capacidad que tiene el iPhone 5 para utilizar iluminación por diodos en tomas con poca luz o del sistema combinado PureView (optimización de las tomas mediante correcciones en el hardware a través del software) que emplea el Lumia 920.
El porqué de la estabilización
Cuando se emplea una cámara de vídeo de dimensiones convencionales, entre el peso específico del dispositivo y la posibilidad de sujetarlo firmemente con la mano (empuñaduras ergonómicas) o incluso, de apoyarlo en el hombro (equipos profesionales), es sencillo evitar vibraciones o trepidaciones que afecten al motivo que se está filmando. Pero en el caso de los pequeños teléfonos inteligentes, de peso mínimo y ergonomía adaptada a su uso como dispositivo de comunicaciones, es relativamente fácil obtener tomas borrosas o desenfocadas como consecuencia de haber movido en exceso la mano durante la filmación. Por ello es cada vez más importante contar con un sistema de estabilización que nos permita obtener imágenes más nítidas.
Hardware contra software
Nokia ha empleado una tecnología propia para lograr que su Lumia 920 filme de manera limpia y eficaz: se trata del sistema “Floating” (ni más ni menos que una lente flotante), con el que la estabilización de una imagen óptica se realiza de manera real, ya que la lente se aísla de los movimientos parásitos del cuerpo del teléfono.
En el caso del iPhone 5 se ha recurrido a un algoritmo para lograr la estabilización digital (según comentan los redactores de GSMArena: el más eficaz hasta el momento), por lo que resulta imprescindible poner a prueba ambos sistemas si queremos comparar los resultados.
En el vídeo que mostramos a continuación se ha filmado en paralelo con un Nokia Lumia 920 y con un Apple iPhone 5, de manera que las condiciones de luz, encuadre y composición de la escena son idénticas. A primera vista, salvo pequeñas diferencia cromáticas (dominante magenta en el Nokia y virado a azul en el Apple), la estabilización es perfecta en ambos modelos. Pero, si configuramos la reproducción del vídeo a 1080p, utilizando la pantalla completa de nuestro ordenador, podremos darnos cuenta que, mientras el Lumia 920 logra una excelente homogeneidad en toda la extensión del fotograma, el iPhone 5 utiliza una prioridad de estabilización en la porción central de la pantalla, reflejando pequeñas aberraciones de enfoque en los extremos. En cualquiera de los dos casos la calidad de la toma es muy alta y salvo que necesites unos niveles de exigencia máxima, la estabilización óptica de ambos modelos está muy bien resuelta.