Los dispositivos móviles y todos los productos tecnológicos en general, pasan por una serie de pruebas antes de ser lanzados al mercado. El Samsung Galaxy S III no iba a ser menos y para comprobar la resistencia de fabricación, la propia compañía somete al terminal a una batería de pruebas en laboratorio que son las que podéis en el vídeo que os dejamos.
Los terminales móviles incorporan tecnología interna muy delicada, por eso durante el proceso de fabricación, las carcasas, los pulsadores y las pantallas, adquieren una gran relevancia porque son los que deben proporcionar protección y permanecer intactos a pesar del uso intensivo. En el vídeo (está en coreano pero las pruebas se entienden perfectamente) que os mostramos aparece el buque insignia de Samsung, su Galaxy S III, sometido a una batería de pruebas de laboratorio con objeto de comprobar que puede resistir el uso diario. Son test de resistencia, de sellado y de durabilidad a las que el terminal es sometido antes de ser lanzado al mercado. Vistas las pruebas, podemos decir que el Galaxy S III es realmente resistente.
Testando el producto
Aunque el vídeo es un reportaje, montado, de aquellas pruebas a las que se somete el Samsung Galaxy S III antes de ser lanzado al mercado, ninguna de ellas parece falsa, y el terminal en pruebas es testado en situaciones que se dan habitualmente en el uso diario del equipo. Tras una introducción de casi un minuto, vemos una primera muestra en la que se testa el botón inferior, sometido a cientos de pulsaciones repetidas (200.000 en cuatro tandas).
La segunda prueba es de lo más curioso ya que la presión (100 kilos) llega del peso del cuerpo. Es decir, se ha tratado de reproducir la situación de sentarse sobre el S III cuando se lleva en el bolsillo trasero de un pantalón. La tercera y la cuarta prueba son interesantes porque la primera está destinada a generar una torsión sobre el terminal y la segunda es un test de dureza de la pantalla. Metido en una especie de cilindro, piedras incluidas, el S III sale airoso, sin arañazos en el display. Esta prueba trata de imitar lo que supondría llevar el terminal en un bolsillo o bolso con objetos como llaves o monedas sueltas.
Y en las últimas pruebas, llega el agua. Lo primero que veremos, sobre el minuto 2:20, es una fina lluvia que cae sobre el equipo, para comprobar después que no ha afectado a su funcionamiento. A partir del minuto 2:50, el equipo que recibe el chorro directo del agua no es el S III, es uno de los terminales que comercializa AT&T en Estados Unidos, podría ser el Samsung Galaxy Pro Rugby, por cierto, francamente resistente.