La renovación del parque de terminales con modelos que integren sistemas operativos de la casa parece estar detrás del sorprendente precio que Google le ha puesto a Nexus 4. Una decisión que como veremos va mucho más allá del mero ejercicio comercial.
La decisión de la compañía estadounidense de vender su nuevo modelo de telefonía móvil a un precio de 299 euros ha hecho saltar las alarmas entre los fabricantes que, aún reacios a la actualización de los dispositivos en este momento en el mercado, ven peligrar sus ventas en telefonía de alta gama al no resultar competitivos en calidad/precio con Nexus 4. Detrás de esta maniobra de “desestabilización del mercado” se esconde un objetivo más que lógico para la empresa de Mountain View, el relanzamiento de sus sistemas operativos con menos integración en el mercado actual, Ice Cream Sandwich y Jelly Bean.
Renovación
Actualmente el 54.2 por ciento de los dispositivos con sistemas operativos de Google continúa funcionando con la versión Gingerbread, lo que supone un dominio absoluto del mercado. Debido a esta más que evidente desactualización de los sistemas operativos, que los fabricantes no parecen estar por la labor de solucionar, Google se ha propuesto levantar las, por el momento, tristes cifras de presencia de sus versiones más modernas y reclamadas por los usuarios de la compañía. Si hablamos de Ice Cream Sandwich, en este momento, su cuota de implantación en el parque de terminales con sistemas Android es de tan sólo un 25.8%, mientras que, más preocupante si cabe, es el caso de Jelly Bean, que no llega ni al tres por ciento del mismo, quedándose en un paupérrimo 2.7% de dispositivos en el mercado. Tal es la baja implantación de estos dos sistemas operativos, que se esperan muy buenas cifras de venta de este nuevo modelo por el precio del mismo y la elevada calidad que ofrece a cambio, en una clara búsqueda de renovar el parque de terminales.
Google no ganará dinero
Aunque las cifras de negocio de la compañía no van a peligrar por esta arriesgada operación, parece evidente que Google no tiene como objetivo principal el ganar dinero con la venta de Nexus 4. Incluso se ha llegado a rumorear que la empresa estadounidense correría con los gastos que corresponderían al margen de beneficio de LG, fabricante del terminal. Si bien esta jugada puede resultarle ganadora en el mercado de su país –el único en el que por ahora puede adquirirse vía online en este momento. Se necesita dirección física en él y número de tarjeta de crédito local-, no parece que el resto del globo vaya a funcionar del mismo modo. Sin ir más lejos, en España, The Phone House ya se ha negado a vender este nuevo terminal por el excesivo precio que LG ha impuesto a Nexus 4, 599€ si se compra a través de los distribuidores. Pero esto no es un caso aislado, en países como Italia, Alemania, Francia o Indonesia se están dando estas mismas circunstancias, por lo que parece que las ventas fuera del territorio estadounidense se pueden ver seriamente afectadas.