En el último año, ya no se puede hablar en plural –casi mejor meses–, la tendencia de los dispositivos móviles es que el tamaño de las pantallas de los smartphones crezca acercándonos a las cinco pulgadas y que el de las tabletas mengüe quedándose en las siete pulgadas. Además, se ha creado un nuevo segmento, llamado phablet, que se encuentra en un punto intermedio entre las cinco y siete pulgadas. ¿Qué es lo que nos deparará el futuro?
El concepto de “phablet” surgió a raíz del lanzamiento y éxito del Galaxy Note por parte de Samsung. Con este dispositivo se inauguraba una nueva categoría que estaba a caballo de los teléfonos, “phone”, y de las tabletas, “tablet”. La razón principal de esta nueva nomenclatura era el tamaño de su pantalla. De hecho el primer Note tiene una pantalla de 5,3 pulgadas que ha pasado a 5,5 en el Note II.
Más allá del tamaño de pantalla, deseable por un número cada vez más elevado de usuarios por su mejor visualización y ayuda en el manejo, el phablet es lo suficientemente poderoso para poder hacer todo lo que hace un smartphone, pero también una tableta de 7 pulgadas. De hecho, suelen estar dotados de unas baterías muy potentes (3.100 mAh el Galaxy Note II) y son relativamente manejables y posibles de guardar en bolsillos de tamaño decente. Dicho todo esto, y dado que los teléfonos inteligentes son cada vez más grandes (Galaxy S III con 4,8 pulgadas, LG Optimus G y HTC One X+ con 4,7 pulgadas, o los nuevos Xperia posiblemente ya con pantalla de 5 pulgadas), ¿no estaremos ante el fin de los smartphone tal y como hoy los conocemos?
5, 7 o 10 pulgadas
Al paso que evoluciona la tecnología y por las filtraciones que nos van llegando de los nuevos modelos de gama alta de los diferentes fabricantes, la próxima generación de smartphone será de 5 pulgadas (caso de los Sony Xperia Odin o Yuga). Es decir, que nuestra elección al comprar un dispositivo móvil para el año que viene será de 5, 7 o 10 pulgadas. Ahora bien, no todos los usuarios reclaman un equipo de este tamaño de pantalla, pero es que lo inmediatamente inferior en esta categoría son las 4 pulgadas, como el mal llamado Galaxy S III Mini. Y decimos esto porque no comparte las grandes prestaciones de su hermano de gama el S III (ni resolución de pantalla, ni capacidad de transmisión, ni memoria interna, ni cámara, ni batería). A la vista de lo que ha hecho Samsung con su S III Mini, podemos pensar que tener un terminal de grandes prestaciones está directamente relacionado con el tamaño de la pantalla, de hecho, la propia Apple ha aumentado esta de las 3,5 a las 4 pulgadas en el iPhone 5.
Así que se nos plantean algunas preguntas ante esta reflexión: ¿desaparecerán los terminales con pantalla de pequeño tamaño?, ¿están contados los días del smartphone a favor de los phablet?, ¿surgirá alguna nueva fórmula de integración del teléfono en los dispositivos?