El nuevo iPad de siete pulgadas o el mini iPad como se le conoce en los mentideros de Internet va tomando forma en las factorías de Apple. No hay ni una sola foto oficial del producto pero sí las primeras interpretaciones.
Apple ha sido la primera gran firma en saber preservar sus productos hasta el mismo día de su lanzamiento. Sea como fuere los diseñadores y aficionados a la firma no han tardado en ponerse a especular sobre cómo serán las formas y dimensiones del nuevo tablet. Lo de la formas, sinceramente y salvo el grosor, parece que es bastante predecible saber cómo será más o menos por fuera. Quizá pueda ser más delgado que su hermano mayor, en cierta manera debería, pero salvo una sospecha mayúscula, el aspecto será muy cercano al nuevo iPad.
Primeras aproximaciones
Si pasamos al tamaño, la información que hay es que la firma está trabajando sobre un display de7,85 pulgadascon una resolución de 1024 x 768 y que el precio será justo por debajo de los 200 euros. Como siempre a los diseñadores les ha faltado tiempo para ponerse manos a la obra para interpretar cómo será ese nuevo modelo de la familia Apple, por lo que he aquí las primeras imágenes. Delgado, en color blanco y como si un clon del Nuevo iPad se tratase es como se presenta a primera vista el nuevo modelo de la firma. Un tablet que en cierta manera representa la nueva era de Apple. ¿Por qué?
A Jobs no le gustaría
Steve Jobs no escatimó medios para criticar a los tablets de siete pulgadas allá por el año de 2010. El que fuera líder de Apple aseguró en su día que los tablets de siete pulgadas “morirían en el intento”. Recordemos que era una época en la que Samsung acaba de lanza su primer Galaxy Tab, algo que era ciertamente incómodo para Apple. Jobs aseguraba que se trataba de equipos demasiado grandes como para competir con los smartphones y demasiado pequeños como para competir con los tablets. Además de criticar el precio de los mismos, en su día muy caros. Por ello decimos que este nuevo producto supone un paso adelante en la filosofía de producto de la firma, quien nunca consideró este modelo hasta la desaparición de su fundador.