Nokia se une al Samsung Galaxy S3 y trabaja en un anti iPhone 5 con control sensorial

Lo dudamos y mucho que las dos firmas tengan un pacto de salón para debilitar la posición del iPhone 5. Otra cosa es que indirectamente tanto uno como otro van a colaborar y mucho para ponerle las cosas difíciles al iPhone 5. Apple revolucionó la telefonía en 2007, ha cambiado la manera y la forma de entender el negocio y el uso de los smartphones. Un golpe de mano que le ha dado una ventaja durante estos años que sus rivales sueñan con quitarle cada día. Si bien el iPhone 4S ha vendido más que el iPhone 4 y los datos revelan que las cifras de ventas del iPhone se han doblado cada año desde 2007, es un dato real que los competidores le han comido terreno y que a nivel de prestaciones la competencia aprieta más que nunca. Situación que hace que Apple se esté poniendo las pilas como nunca con sus productos, el mejor ejemplo es el nuevo iPad.

Toda la potencia de Samsung

Metidos en materia parece cantado que Samsung dará primero. Casi con toda seguridad en el mes que viene o como mucho antes del verano la firma sacará el ya archiconocido Samsung Galaxy S3. Más allá de las prestaciones que ya conocemos a modo de rumor, el cargador inalámbrico y la terminación en materiales cerámicos, de confirmarse, serían detalles técnicos que obligarían a Apple a tomar medidas en su próximo producto. No olvidemos que la prensa y los medios de comunicación nos vamos enterando de datos y rumores a salto de mata, pero las marcas y la gente que desarrolla este tipo de productos está muy pero que muy al tanto de lo que prepara la competencia. Es decir, cualquier novedad sobre las prestaciones del Galaxy S3 es tomada muy en serio por Apple aunque parezca todo lo contrario. Los de Cupertino saben que la ventaja que tenían por diseño, aplicaciones y demás se está acortando, que es un comodín que tiene fecha de caducidad. Por tanto las prestaciones son claves y ahí los coreanos y finlandeses saben muy pero que muy bien donde pisan.

Nokia revolucionario

Nokia por su parte está en su segunda juventud y como es normal quiere unirse a una fiesta de la que nunca debió salir. Una marca que después de volver a la actualidad con un producto de primera, como es el Lumia 800, rematado por los 610 y 900, tiene pendiente lanzar un modelo icónico de verdad, un superventas por todo lo alto. Hace unos días Marko Ahtisaari, el jefe de diseño de Nokia dijo claramente que están trabajando en un anti iPhone en el más amplio sentido de la palabra. Según sus propias palabras están trabajando en un smartphone revolucionario que hará que otros teléfonos parezcan antiguos. Ahí es nada. Mucho tienen que estar trabajando en Nokia para que el jefe de diseño se despache así en un medio de comunicación, en este caso el diario finlandés Kauppalehti. Además Ahtisaari soltó lindezas de este tipo ”el camino entre la cocina y el salón siempre pasa por la puerta principal” aludiendo al manejo de iOS.

Hablando de Symbian o de Android dijo que los usuarios pueden colocar las cosas dónde quieren como ”en las casa de muñecas”. Quizá lo más interesante de las declaraciones de Ahtisaari es que asegura que el súper Nokia tendrá un tecnología rompedora que revolucionara la experiencia de usuario en la que, atención, no habrá que agacharse (podemos entender acercarse o inclinarse) ni tocar la pantalla para utilizarlo. No creemos que Nokia lance un móvil capaz de interactuar con la mente, como si de objeto del futuro se tratase, pero lo que está claro es que hay un as en la manga de gran calibre que la firma no quiere desvelar. Quizá algo en la línea de los displays que proyectan información, ya vistos en los automóviles más avanzados, o en la línea de lo que hace Kinnect de Microsoft. De momento si se ha filtrado unos rediseños de Windows Phone que nos pueden dar una idea de por dónde van los tiros en cuanto al diseño del nuevo interfaz.

Este último detalle comentado por Ahtisaari seguro que ha puesto también en alerta a la gente de Apple que, quien como decimos y nos parece más que bien, cada día están más pendientes de la competencia y luchan porque sus productos sean más prestacionales y competitivos.