Tras la noticia de Movistar en la que anunciaba que dejaría de subvencionar teléfonos a partir del 1 de marzo, se esperaba no solo la reacción de los usuarios, sino la de otros operadores. Orange es la primera en pronunciarse corroborando que mantendrá su estrategia comercial que pasa por regalar u ofrecer smartphones al firmar un contrato de permanencia.
La reestructuración de Movistar a nivel interno se ha materializado con inmediatos cambios en lo que respecta a las directrices de la compañía. Primero fue la disminución paulatina del número de terminales en el catálogo y ha terminado por una medida radical. Sin lugar a dudas ha sido una propuesta valiente, pero habrá que esperar a conocer qué resultados ofrece a la operadora después de conocer que uno de los pesos pesados del sector, Orange, no optará por “cerrar el grifo.”
La subvención de terminales está en el punto de mira. Desde hace meses los rumores indicaban preocupación en el seno de las operadoras. Y es que el aumento exponencial de la demanda de smartphones de alta gama habría motivado que las compañias dediquen incluso más presupuesto al abaratamiento de terminales para los clientes que para la actualización de la infraestructura y redes. La palabra de algunos directivos para definir esta situación es la de insostenible. La respuesta, de Movistar, ha sido el optar por la financiación.
Si funciona, ¿por qué cambiar?
Sin embargo, Orange ha querido hacer valer su opinión al respecto a través de un portavoz de la compañía. «De momento vamos a seguir como estamos. A nosotros nos ha ido bien últimamente y ganamos clientes subvencionando equipos. ¿Para qué hacer lo mismo que Movistar entonces?» Lo cierto es que los galos atraviesan por un momento dulce. Sus negocios de telefonía y banda ancha móvil así como el del ADSL van viento en popa. La CMT avala el crecimiento sostenido de la operadora pues de sus informes mensuales se extrae que actualmente acapara el 20.21% del mercado de telefonía móvil con un total de 14.47 millones de clientes, un 4.5% más respecto a las cifras registradas el año pasado. Este crecimiento de la cartera de clientes ha permitido a Orange aumentar los beneficios siete puntos porcentuales.
Situación privilegiada
No es de extrañar pues que la directiva vaya a seguir apostando por un modelo de apoyado principalmente en la subvención y el abaratamiento de los teléfonos. A pesar de su postura, se muestran igualmente cautos y así lo hacían saber en una entrevista de la que se hace eco AdslZone. «De momento vamos a esperar a ver qué pasa y cómo reacciona el cliente, entonces es cuando tomaremos decisiones y no ahora.» Estas declaraciones indican que Orange mantendrá la venta de smartphones con inventivos económicos para sus clientes siempre y cuando siga suponiendo una fuente de ingresos razonable y los resultados de Movistar no son significativos. En la disyuntiva encontramos a Vodafone, que por el momento ha optado por endurecer el tiempo de las permanencias para asegurarse unos ingresos que permitan, bajo su parecer, mantener sus ganancias.
¿Transición?
¿Quién triunfará? A falta de conocer la posición que tomarán otros frentes, el transcurso de los próximos meses va a ser determinante para decidir si mantener o redefinir el negocio de la telefonía móvil. El quid de la cuestión sigue estando en la reacción de los usuarios. ¿Será lo suficientemente atractiva la apuesta de Movistar como para obligar a la competencia a cambiar sus cimientos?