En Google no parecen perder el tiempo, solo cuatro meses desde el lanzamiento oficial de Ice Cream Sandwich ya se conoce la fecha en la que su sucesor verá la luz. Fuentes fidedignas aseguran que la nueva versión de Android será presentada al mundo antes del verano.
La filtración ha sido revelada por DigiTimes y citan a un proveedor taiwanés como la fuente para asegurar que Android 5.0 se encuentra en pleno proceso de puesta a punto. Todo parece indicar que será preparado para un masivo desembarco mundial antes de lo que podríamos imaginar.
Convivirá con Chrome OS
Una de las novedades más interesantes que incluiría el nuevo sistema operativo y que ha sido ya filtrada es que Android 5.0 permitiría convivir en “dual-boot” con Chrome OS, el sistema operativo de Google creado para su reciente línea de portátiles. Esta plataforma basada en la nube está encontrando problemas para popularizarse entre los usuarios y parece que desde Palo Alto han decidido que Android le eche una mano. Una posible opción de arranque en Chrome OS para los usuarios de Android 5.0 ayudaría enormemente a popularizar este sistema y podría suponer su único salvavidas para seguir a flote.
¿Se abre el mercado de los portátiles para Android?
Siguiendo en esta línea de rumores, muchos están ya especulando que esta característica del “dual-boot” podría ser la puerta de entrada para Android en el mundo de los ordenadores portátiles. Sin duda se trataría de un gran incentivo para los fabricantes. El hecho de que Android pudiera convivir con otro sistema operativo ayudaría muchísimo a su implementación en dispositivos como los netbooks de Google. Otra de las líneas de rumores apunta a que Google ya estaría trabajando con sus fabricantes más cercanos para animarles a desarrollar dispositivos que puedan ofrecer Android 5.0 y Windows 8 en dual-boot. De ser cierto estaríamos ante todo un hito en la historia de este sistema operativo y el comienzo de un nuevo abanico de posibilidades. Queda por saber qué pensarían desde Microsoft sobre esta posibilidad. Sobre todo teniendo en cuenta la importancia con la que se han tomado desde Redmond el bloqueo de cualquier opción de dual-boot en su nuevo Windows 8.