El terminal móvil no es solo un dispositivo, es un equipo donde tenemos almacenada información en forma de documentos, imágenes o vídeos, con acceso a correos electrónicos y mensajes. Desde Nokia Conversations nos ofrecen una serie de trucos para mejorar la seguridad de los Lumia 710, 800 o 900.
Lo primero que nos aconsejan desde Nokia es comprobar que nuestro Lumia, ya sea el 710, 800 o 900 esté correctamente configurado de antemano. La forma de hacerlo es añadirle una contraseña para que si cae en manos extrañas no puedan pasar más allá de la pantalla de desbloqueo. Así, desde la pantalla principal de los Lumia, deslizando el dedo hacia la izquierda podemos acceder a los ajustes. En el submenú denominado “lock + wallpaper”, bloqueo y fondo de pantalla, encontramos la opción de activa o no la contraseña. Para ellos basta con mover la tecla virtual de “off” a “on”. Una vez seleccionada la que nosotros queramos, podemos seleccionar con qué frecuencia quieres que el teléfono te pregunte tu contraseña. Lo ideal, de cara a la seguridad, es que sea en un tiempo breve ya que esto reduce la posibilidad de que alguien “amigo de los ajeno” se pueda adueñar de tu información.
Encuentra mi teléfono
Dentro del menú de los ajustes también hay otra opción que se llama “Encuentra mi teléfono. Desde esta y marcando las dos casillas de verificación (Conectarse más rápido a estas características –puede consumir más batería– y Guardar mi ubicación cada pocas horas para mejorar los resultados), podemos ir salvando la localización del terminal cada cierto tiempo para conseguir un mejor “mapeo”, es decir, ir dejando un rastro del teléfono dependiendo del lugar donde nos encontremos. No es necesario estar comprobando continuamente estos datos pero sí nos permite localizar el terminal más rápidamente en caso de que lo necesitemos.
Si desgraciadamente te ocurre que sí tienes que encontrar tu teléfono porque lo has perdido o te lo han robado, entonces tendrás que acudir a la página de Windows Phone, en el apartado Mi Teléfono que se encuentra en la parte superior. Para iniciar la sesión tienes que usar el mismo Windows Live ID que utilizaste con el terminal. Desde allí tenemos que hacer clic sobre la opción “Encuentra mi teléfono” y seguir un cuadro de diálogo (algo que solo tenemos que hacer la primera vez que accedemos) para que el equipo aparezca automáticamente en el mapa. En esta pantalla veremos, en la parte superior, todos los detalles sobre nuestro terminal, incluyendo su nombre, el número de modelo y de teléfono, y en la parte inferior, el mapa con la localización exacta si está encendido.
En la parte superior derecha tenemos tres opciones una vez que tenemos la localización: llamar, bloquear y borrar. La primera está bien si te lo has dejado en un sitio conocido y además, para esta función, se puede seleccionar un tipo de timbre distinto al de la llamada habitual por si tienes que hacer un “seguimiento auditivo”. De hecho, a esta opción le han sacado otra utilidad “invertida”, es decir, dando tus datos de acceso a una persona de confianza y manteniendo el teléfono encendido, para que puedan localizarte.
La opción de bloqueo permite realizar esta acción en caso de pérdida o robo. Si no la has configurado previamente ninguna contraseña, tendrás que introducir una que usarás después para desbloquear el equipo cuando lo recuperes. También se puede escribir un mensaje para que aparezca en la pantalla del teléfono, por ejemplo, un número de teléfono alternativo o un correo electrónico para que la persona que lo encuentre se pueda poner en contacto contigo.
Y la tercera opción, es el borrado. Si no hemos sido capaces de rastrear el equipo o no hay contestación alguna por parte del “nuevo” propietario, se puede borrar todo el contenido del terminal desde el ordenador. Obviamente, hay que estar seguro de que no vamos a recuperar el dispositivo. Si ejecutas esta acción, ya no hay marcha atrás.