El Android más concentrado de Sony. Lo tiene casi todo, pero en un tamaño realmente mini. Pocas veces 3,3’’ han dado para tanto. Enorme batería, dimensiones de récord y precio interesante.
La primera impresión que transmite el modelo Ray de la familia Xperia de Sony Ericsson (que en breve será sólo Sony), es la de elegancia. Tanto en su acepción puramente estética, como en la acepción etimológica. Un móvil elegante es aquél donde se han elegido bien sus componentes y características. Y el Xperia Ray está bien elegido, en general, aunque con algún detalle menos favorable como se verá más adelante.
En la parte estética, aparte de la disponibilidad de la carcasa en varios colores, lo que más puede llamar la atención de este SmartPhone es su apariencia (engañosa) de teléfono podemos decir convencional debido a su tamaño. Es muy fino y con una pantalla de sólo 3,3’’ que condiciona su diseño y exige mucho de los encargados de estudiar la ergonomía. Con este tamaño de pantalla, ciertas operaciones táctiles pueden complicarse un poco, como el uso del teclado en modo vertical. La ventaja estriba en lo bien que se usa el móvil con una mano al ser fácil llegar a todas las teclas sin tener que forzar la posición para alcanzar las de los extremos. En cuanto a la pantalla, comentar que con 3,3’’ y 854 x 480 píxeles, la densidad de puntos es de 297 ppp. Algo genial ya que se acerca a la densidad de píxeles que puedes tener en una publicación en papel de alta calidad. Pero si usas las fuentes más pequeñas encontrarás que no es fácil leerlas aunque la pantalla realmente es capaz de dibujarlas correctamente en la pantalla. No es nada que no se pueda arreglar aumentando el tamaño de las fuentes que se usan en las aplicaciones, por supuesto. En cuanto al agarre del móvil, es ideal. La tapa trasera es de plástico con un acabado adherente y agradable al tacto. El marco de la pantalla es metálico lo cual da sensación de durabilidad y le da un toque diferenciador. Además, los botones tienen un diseño muy “Sony” con el botón “Home” con diseño elíptico con una franja LED alrededor que muestra colores de estado como el de carga de la batería.
Tecnología concentrada
Dentro de este móvil hay tanta tecnología que parece imposible que quepa. Sobre todo a la vista del enorme tamaño de la batería de nada menos que 1.500 mAh. Mientras que otros fabricantes optan por reducir el tamaño del móvil y la capacidad de la batería, Sony ha apostado (creemos que acertadamente), por mantener la capacidad a toda costa. Aún así, este móvil integra un procesador Qualcomm Snapdragon MSM8255 a 1 GHz con núcleo Scorpion y acelerador gráfico Adreno 205. Es una tecnología veterana e implementada con éxito en modelos como los Desire de HTC. No es un procesador de doble núcleo, como viene siendo habitual en los terminales más ambiciosos de los fabricantes, pero es una buena propuesta que hace no mucho era una tecnología de alto rendimiento. Ahora, estos procesadores se tienen que enfrentar a apps con exigencias más elevadas ante la proliferación de los doble núcleos, pero no es un obstáculo notable. De hecho, este móvil es uno de los que Sony ha incluido en el repertorio de compatibilidad con Ice Cream Sandwich (Android 4.0). Aunque el mayor problema no es el SO, sino las aplicaciones diseñadas con los dual core como objetivo.
Fotos
La cámara de 8 Mpx con tecnología Exmor R es un buen gancho, aunque la implementación de esta tecnología en el móvil no puede compararse con lo que ofrecen las cámaras digitales convencionales. Tiene una apertura de F2.4 y funciona bien en general. Solo a ISO 500, valor cinco veces superior al ISO 100 que es el que se usa por defecto, el ruido en condiciones de poca luz es visible y los efectos de la compresión JPEG se manifiestan en la toma. No obstante, estamos hablando de ISO 500, recordemos solo se fuerza a ese nivel la sensibilidad para tomas complejas. Es loable que tenga un modo “sweep panorama” similar al de las cámaras Alpha o las NEX, también de Sony. Sólo hay que elegir la dirección de desplazamiento y mover la cámara mientras el móvil va registrando fotogramas y uniéndolos para montar una imagen panorámica que a poco que se haga con cuidado, será impactante. La distancia focal equivalente para los 4,1 mm de esta cámara es de 31 mm, por encima de los 28 mm de otros modelos punteros. El flash es un tanto original en su funcionamiento. No se dispara al tomar la foto, y sólo puedes encender o apagar el LED para iluminar la escena, lo cual obliga mantener el foco encendido, aunque como hemos comentado hay una buena batería para soportarlo. Una opción interesante es que si tienes una tele en 3D, puedes hacer tomas panorámicas en tres dimensiones para ver en televisores compatibles con esta tecnología. La profundidad se consigue procesando las imágenes para generar un desplazamiento entre las vistas para el ojo derecho e izquierdo, que se mostrarán en la pantalla del televisor de forma alterna para simular la profundidad.
El modo vídeo trabaja a 720p. Que no sea 1.080 no criticable, no podemos olvidar que estamos hablando de un móvil de gama media, que por un precio lejano al de los estelares smartphones nos ofrecen exquisiteces tales como el vídeo en HD. En este caso se trabaja con una tasa de bits de 6,13 Mbps, algo baja lo que provoca cierta compresión en el vídeo. En cuanto al autofoco continuo debería ser más rápido pero en todo momento cumple su tarea.
La pantalla es buena en el apartado de la nitidez, así como en el de los parámetros de imagen más “visuales”. El contraste y el brillo dejan margen para obtener una buena experiencia fotográfica y cinematográfica. Además cuenta con el Mobile BRAVIA Engine para realzar la imagen. El resultado no es tan contrastado ni tan saturado como en las pantallas AMOLED, pero es más natural si cabe. El nombre que le ha dado Sony a esta tecnología es el de Reality Display, compitiendo con el de Retina Display de Apple. Lo importante es que se ve bien, y además está protegida frente a arañazos con cristal mineral (y no Gorilla Glass, por cierto).
El sonido que desprende su altavoz es contundente, y más aún si se activa la opción xLOUD que aumenta la contundencia del sonido unos dos o tres dB según pudimos medir de forma aproximada. Sobre la memoria, es correcta en tanto en cuanto no da problemas de advertencias sobre la necesidad de liberar recursos, y es ampliable con tarjetas microSD. Si nos fijamos en las conexiones, sólo se echa de menos NFC y salida HDMI. WiFi b/g/n con tecnología para crear un punto de acceso local o Bluetooth 2.1. Las conexiones 3G llegan hasta 7,2 Mbps de bajada y 5,8 Mbps de subida. Suficiente para un uso normal del terminal. La radio FM precisa de los auriculares para que hagan las veces de antena, eso sí.
Experiencia de uso
Al final, el hardware es importante, porque acaba siendo la interfaz entre el usuario y los servicios y aplicaciones, pero son precisamente las apps y servicios los que definen la calidad de un terminal. En este sentido, el punto de partida es Android 2.3.4 (Gingerbread), que es la versión del sistema operativo instalada en el Ray. Se podrá actualizar a la versión 4.0, según se ha comentado antes, pero no hay fechas para este movimiento, así que mejor será ceñirse a lo que hay. Sobre esta versión del sistema, Sony ha implementado su particular ecosistema de aplicaciones que permiten diferenciar su terminal respecto a otros. Así, TimeScape es su particular interfaz para mostrar la información de consumo habitual. Desde mensajes hasta twitter o Facebook, con infinidad de complementos gratuitos descargables desde Market para añadir fuentes de contenidos a esta interfaz. Es muy visual y organiza los contenidos en forma de línea de tiempos temporal en 3D.
También apuesta Sony por la integración con redes sociales, y en particular con Facebook. Tanto para compartir en esa red social nuestras recomendaciones de aplicaciones como para indicar que nos gustan canciones o vídeos que estemos escuchando. Como valor añadido para la experiencia musical, se incluye la aplicación TrackID que funciona de un modo parecido a Shazaam o Soundhound: “escucha” la canción y busca la correspondencia en Internet para dar información del artista, el título o el álbum. También se puede compartir esta actividad mediante redes como Twitter, correo o incluso integrando aplicaciones como EverNote o buscar el vídeo en YouTube.
De todos modos, los servicios “estrella” son los de Music Unlimited y Video Unlimited, que se aprovechan del fondo de contenidos multimedia de Sony para ofrecer un repertorio excelente de títulos para comprar, integrándose con la identidad dentro de la red de contenidos de Sony Entertainment Network. Se pueden obtener códigos para acceder de forma gratuita a esta plataforma tras registrar el teléfono, pero conviene saber que es un servicio esencialmente de pago, para descargas y alquiler de contenidos.
En pocos días completaremos la prueba del Sony Xperia Ray con la segunda entrega. En elle hablaremos de las aplicaciones, su equipamiento en temas de seguridad, como maneja la navegación en Flash, así como de los accesorios que la firma ofrece para este terminal.