Nokia y Microsoft siguen perfilando su estrategia conjunta
Aunque ya han pasado prácticamente un par de meses desde que Nokia anunciase que sus planes de futuro estarían íntimamente ligados a los de Microsoft, en lo que a la parcela de la telefonía móvil se trata, a día de hoy las negociaciones y firma de contratos siguen siendo una tarea por completar. El progreso, según se ha podido saber, va según lo previsto y pronto terminarán de asentar las bases para el prometedor futuro conjunto de estos dos colosos, que no olvidemos será el lanzamiento de terminales de la finlandesa con Windows Phone 7. ¿Cuándo?
Como si de una simbiosis se tratara, Nokia y Microsoft se unieron para encontrar ese punto de convivencia perfecto, en el que las actividades de una y otra compañía tendrán beneficios en común más tarde o más temprano, que de otra forma no se hubieran producido. Ambos ganarán: Nokia estimulada por un renacimiento y Microsoft por la rápida expansión de un sistema operativo que ansía equipar los terminales del primer fabricante a nivel mundial, pero este entendimiento requiere un tiempo prudencial, tal como ya pronosticaron los máximos mandatarios de las multinacionales al frente de las negociaciones. Así, casi dos meses después del anuncio oficial, ambas partes siguen trabajando para unir direcciones, aunque todo indica que el acuerdo sigue su cauce. Muestra de esto es que el proyecto ya está en marcha desde hace algún tiempo y los primeros terminales resultantes estarían en camino.
Época de cambios y decisiones
Después de años a la deriva, Nokia escogió como compañero al gigante del software, a la mismísima Microsoft. Una difícil decisión motivada por un cúmulo de situaciones de máximo estrés para los finlandeses que acabó con el “sí, quiero” de los dos directores ejecutivos. El acuerdo de Stephen Elop, por parte de Nokia, con Steve Ballmer culminó con un apretón de manos en febrero, pero con mucho trabajo por delante. Dos meses después, el transcurso de los acontecimientos no ha hecho peligrar dicha asociación, al menos según las informaciones que manejan las fuentes del sector y también según las propias sensaciones desprendidas por ambas compañías. Parece que hay feeling, pero si no lo hay, 1.000 millones de dólares de los americanos y el acuerdo de un desarrollo conjunto a nivel de software podría ser suficiente para el mayor fabricante de móviles, que lo único que busca es mantener cierta personalidad en sus productos, a pesar de contar en un futuro próximo con un sistema operativo que estará al alcance de la mano de la competencia. Por lo pronto, a finales de abril parece que las negociaciones se darán por zanjadas con una firma de contrato definitiva.
Incógnitas
Es pronto para lanzar campanadas al vuelo, pero tal vez la unión de Nokia con Microsoft depare sorpresas, por qué no propiciadas por ese empeño de los finlandeses de mantener su esencia. Esa que ya propició una negativa a la gente de Google y su sistema operativo Android. Son dudas razonables a las que hay que incluir qué será de uno de los servicios más queridos por Nokia, Ovi Maps. ¿Integración con Bing Maps de Microsoft como elemento diferenciador? Veremos si las negociaciones tienen mucho que ver con todo esto. Por lo pronto, los primeros terminales resultantes verán la luz en 2012, a pesar de que sigue en pie, al menos según declaraciones de su CEO, que el primer Nokia con Windows Phone 7 saldrá a finales del 2011.