iPhone 4 contra Samsung Galaxy S

iPhone 4 contra Samsung Galaxy S

Javier Sanz

La reciente salida al mercado del iPhone 4 y Samsung Galaxy S pone de manifiesto la contienda tan igualada que se está viviendo entre algunos de los mayores fabricantes de telefonía, donde una de las mayores diferencias parte de sus sistemas operativos. Veamos qué diferencias hay.

La contienda entre fabricantes cada vez está más igualada. A nivel de hardware, empezamos a ver cómo los terminales tienen muchas características técnicas si no idénticas, sí semejantes. ¿Por cuál decidirnos? Está claro que el diseño y la experiencia de usuario brindada por su sistema operativo surge como una alterativa de peso.

iPhone, renovado

Hasta ahora, el teléfono de Apple se ha mantenido por debajo en prestaciones a nivel de hardware frente otros terminales, aunque la elegancia que portaba su diseño junto a un sistema operativo de funcionamiento exquisito le ha valido para mantenerse en lo más alto, como el más deseado de todos. La salida al mercado de smartphone con prestaciones muy por encima de éste y equipados con el sistema de moda, Android, empezaba a suponer una amenaza para la hegemonía de Apple, por lo que con un golpe de autoridad, nos sorprendió a todos en la conferencia de prensa de desarrolladores con la presentación del iPhone 4. Con la última remodelación del carismático iPhone, la competencia tendrá que estar en alerta.

Samsung Galaxy S

La ventaja, en cuanto al hardware, de otros fabricantes frente al iPhone se ha visto disipada con la salida de la cuarta generación del teléfono de Apple. Con este movimiento, los de Cupertino están al nivel prestacional de cualquier otro smartphone en la actualidad, incluido el posterior Samsung Galaxy S, un potente terminal Android. Pero, ¿qué pasaría si tuvieras que elegir entre uno y otro?

Samsung Galaxy S

Potencia igualada pero con diferencias

Estéticamente, estos dos terminales son muy atractivos a la vista pero tienen sus diferencias. iPhone 4 pasa a ser el teléfono más delgado del mundo, con 9,3 milímetros de anchura frente a los 9,9 del Galaxy S. Los pesos se quedan en 137 gramos del iPhone frente a los 118 gramos del Samsung. La calidad de terminación en ambos es excepcional así que a priori estas características no ayudarían a decidirnos.

Pantalla

La segunda comparación es obvia y viene de la mano de la pantalla. Aquí tenemos dos polos opuestos. iPhone presume de la llamada Display Retina, una pantalla de 3,5 pulgadas con una exclusiva resolución de 960×640 píxeles y una densidad de 326 puntos por pulgada. Esta característica dotaría al iPhone de una definición de imagen muy alta. En el lado opuesto se encuentra el Samsung Galaxy S y su pantalla de 4 pulgadas, 800×480 píxeles de resolución y la tecnología Súper AMOLED, que ofrece colores más vivos junto a un mayor contraste y brillo además de un consumo energético muy inferior a otras tecnologías. Este apartado empieza a ser más influyente para decantarnos por uno y otro.

Fuerza interior

El procesador de los dos equipos tiene en común la frecuencia de trabajo al igual que su origen. iPhone 4 monta el procesador del iPad, un Apple A4 a 1GHz, mientras que el Galaxy S tiene un ARM Cortex A8 a 1GHz. La cantidad de memoria RAM es la misma para los dos, contando con 512MB. Estas potentes cifras permiten a los dos realizar filmaciones en alta definición a 720p. La memoria interna para el iPhone se establece en 16 o 32GB mientras que en el caso del Galaxy S es inferior, 8 y 16GB.

 Conectividad

Hay dos aspectos muy diferentes en este apartado. Uno de ellos es que el Samsung incluye el novedosos Bluetooth 3.0 frente al 2.1 del iPhone y el otro sería la conexión multifuncional, que en el Samsung es la estándar microUSB y el iPhone cuenta con el famoso Dock del que presume la marca. Las demás especificaciones son iguales, incluido el soporte del estándar N de la red inalámbrica, aunque el primero incluye soporte para LDNA.

Cámara

Puede que en este campo las diferencias sean más notorias. El iPhone cuenta con un sensor retroiluminado de 5 megapíxeles, los mismos que el Samsung pero sin añadidos extra. La diferencia más notoria sería la inexistencia de flash LED en el Galaxy S, elemento que sí incluye el teléfono de Apple. Se incluyen en ambos una cámara secundaria con resolución VGA para las videollamadas.

Sistema operativo

Sin duda, el motivo de más peso que llevará a muchos a decantarse por uno u otro terminal. iPhone 4 ha sido el encargado de estrenar el mejorado sistema operativo de la firma de la manzana, iOS4, que trae la esperada multitarea y la organización por carpetas, entre otras muchas pequeñas novedades. Poco queda ya que nos e sepa sobre el funcionamiento de dicho sistema. Es atractivo, intuitivo, con un menú sencillo de manejar y rápido, muy rápido. Además cuenta con un catálogo de aplicaciones gigantesco a través de la App Store apoyado de un software que hace perfecta la sincronización entre el terminal y el PC. Al otro lado, el Samsung Galaxy S dispone del joven pero estable sistema operativo de Google, Android. Su baza es la libertad de personalización que admite.  Los widgets de la pantalla inicial dan un plus en su uso en el día a día. El rendimiento es también sobresaliente, con una fluidez de los menús envidiable. Al ser software libre, los fabricantes han optado por aplicarles interfaces gráficas más complejas, mejorando el aspecto visual del sistema. En particular, este Samsung Galaxy S adopta la interfaz TouchWiz 3.0 de la coreana, con ciertas semejanzas con iPhone. En cuanto al software, la tienda online Market tiene a disposición del terminal más de 65.000 aplicaciones.

Valoración final

Puede que la marca de la manzana tenga más renombre, pero este hecho no debería coaccionarnos a la hora de elegir entre uno y otro. Como puntos destacados del nuevo iPhone resaltar un diseño muy cuidado, altas prestaciones, iOS4 y el acceso a la tienda en línea de Apple. Samsung, en cambio, nos ofrece una pantalla de grandes dimensiones ideal para la reproducción de vídeos y la navegación web. Al igual que iPhone 4, el Galaxy S tiene un potencial muy alto que mueve el sistema operativo bajo cualquier situación y su personalización mediante widgets es mayor. Y ahora, ¿cuál eliges?.

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